viernes, 20 de noviembre de 2009

Costumbre

f. Manera habitual de proceder. 2 Uso repetido de una práctica que termina por convertirse en ley. 3 pl. Conjunto de cualidades y usos que definen el carácter de una persona o de una sociedad.



Suelo dormir del lado derecho de la cama (vista de frente), acostado sobre mi lado izquierdo, ligeramente acurrucado, como en posición fetal; me gusta desayunar temprano y bien, de tal manera que cualquier alteración a esta costumbre me desarma un poco el buen genio; tengo establecido que no me gusta trabajar sin música, así que siempre, lo primero que hago al prender el computador, es llenar el espacio con alguno de los géneros musicales que suelen acompañarme en mis soledades diarias mientras ataco con letras y fotografías las páginas en blanco que todos los días me desafían; no suelo quedarme en la cama después de las ocho los fines de semana, me entra un pequeño sentimiento de culpa que no me deja vivir tranquilo...
Tengo algunas costumbres que a veces ni yo mismo logro identificar, se volvieron actos inconcientes, automatizados, programados. Ahora que hago memoria, puedo decir, por ejemplo, que al bañarme, suelo enjabonarme primero el brazo izquierdo, luego el derecho; sigo con la axila derecha y en un práctico recorrido voy dándole vueltas al jabón en mi pecho y aterrizo en la axila izquierda, por supuesto, previo cambio de la mano que guía al jabón...
Puedo seguir, impúnemente, construyendo la costumbre de escribir pendejadas, de no hilar las frases ni las palabras y hacerle perder el tiempo a más de uno que se ha dignado romper sus costumbres y leerme por treinta segundos (no creo a estas alturas que haya llegado hasta este renglón), pero no creo, no debo, no puede ser una posibilidad que se me vuelva una costumbre quedarme todos los días pensando en cuándo tomaré esa decisión definitiva que tanto vengo aplazando. No puedo ser una costumbre. Hoy no!

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